Entrevista a Mariano Sánchez, Presidente de la Asociación Española de Arboricultura, entidad que cumple 30 años y celebrará en mayo su XX Congreso Nacional en Santander.
La Asociación Española de Arboricultura cumple 30 años de vida en los que ha trabajado por poner el árbol en el lugar que se merece en nuestras sociedades. Hemos querido repasar con su presidente, Mariano Sánchez, cómo ha cambiado el papel del arbolado en estas tres décadas y la evolución de esta disciplina. Sánchez es profesor universitario y jefe de la Unidad de Jardinería y Arboricultura del Real Jardín Botánico-CSIC.
La carta de Barcelona, de 1995, puso los cimientos de la asociación, una declaración de intenciones que arrancaba diciendo “La ciudad necesita el árbol como un elemento esencial para garantizar la vida”. 30 años después, ¿considera que la sociedad y la administración han interiorizado esta premisa?
La ciudadanía y las administraciones han respondido como toda sociedad. Sabemos que hay ciudadanos que en estos 30 años de asociación se han ido concienciando y solicitan árboles en el espacio urbano donde no los hay y a la vez son más exigentes con el respeto al arbolado maduro. También hay que decir que hay ciudadanos anclados en premisas anticuadas que solicitan cortar ramas y talar porque los árboles les molestan, vecinos que, por otra parte, cuando en verano esperan el autobús en la parada, buscan la sombra de los árboles o caminan por la acera de la sombra, sin recordar que en otoño solicitaron cortar ramas o talar.
En el caso de las administraciones ha ocurrido exactamente lo mismo, mientras hay municipios y ministerios que promueven la defensa del arbolado heredado y la plantación de árboles en nuevos espacios, cuidando las distancias entre los ejemplares, otros siguen basándose en la cantidad frente a la calidad.
En estos 30 años, ¿ha cambiado entre ustedes los expertos la percepción del árbol y su lugar en la sociedad? La emergencia climática lo ha puesto en el centro de las posibles soluciones… ¿ha sido siempre así?
Entre los expertos ha habido una evolución gracias a los conocimientos que se van adquiriendo y a las nuevas investigaciones. El cambio fundamental se ha producido en considerar que la poda debe desaparecer de los pliegos como norma a ejecutar en otoño de manera sistemática y en primar la calidad del arbolado maduro frente a la cantidad a plantar. Se debe hacer notar que los beneficios los dan las hojas más que el número de troncos, por lo que podar, o mejor dicho cortar ramas es malo para nuestra salud. Las hojas filtran el aire y retienen los contaminantes, aportan oxígeno, dan sombra, por efecto adiabático, bajan la temperatura, etc.
La asociación cumple tres décadas de actividad, ¿cómo ha evolucionado la función de la entidad y la profesión? ¿Han cambiado mucho los retos del pasado y los del presente?
Sí que ha cambiado y evolucionado. Entre otras cosas, desde la AEA se han formado a miles de personas que era nuestro reto inicial, cambiar la mentalidad de esas podas sin sentido que se hacían en otoño porque tocaba.
Actualmente formamos en técnicas específicas de conservación y plantación mirando a un futuro cambiante, sin olvidar la base de aquellas personas de pueblos pequeños que llevan a cabo la jardinería, albañilería, fontanería y arbolado y que debemos informar y formar de que podar en otoño no es lo correcto.
“El cambio fundamental se ha producido en considerar que la poda debe desaparecer de los pliegos como norma a ejecutar en otoño de manera sistemática”
¿Cuál es el estado actual de la profesión? ¿Es una profesión demandada entre las nuevas generaciones?
Sí que es una profesión con mucho futuro. Los ayuntamientos y las empresas tratan de formar a sus técnicos y la AEA está tratando de responder a la demanda. En un futuro cada ayuntamiento y empresa tendrá a su arbolista.
Ustedes ofrecen además formación, ¿cuáles son los asuntos que más interesan a los profesionales?
Los asuntos que más interesan son los que trabajan la conservación y para conservar bien hace falta estar al día en todas las investigaciones que se realizan en diversos países. Con el cambio de clima que nos espera, la elección de especie, los sistemas de plantación y las técnicas de conservación son ahora las prioridades. Los decretos de sequía, la subida de temperatura, las especies que no están resistiendo esos cambios de temperatura y humedad son realidades que debemos estudiar y contar.
“Con el cambio de clima que nos espera, la elección de especie, los sistemas de plantación y las técnicas de conservación son ahora las prioridades”
Santander acoge en mayo la 20ª edición del Congreso Nacional de Arboricultura. ¿Cuáles serán los ejes principales sobre los que se debatirá en esta ocasión?
Gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Santander y a la Universidad de Cantabria, este año en el XX Congreso Nacional de Arboricultura el 8 y 9 de mayo en Santander, nos hemos decantado por mejorar la infraestructura gris primando la verde o la viva. Se van a trabajar los nuevos sistemas de plantación y de posibles suelos, las especies que debieran plantarse, la isla de calor, los bosques habitados, etc. y sobre todo el ser un encuentro entre socios y no socios para trabajar por amor al árbol y contar entre todos, las novedades en investigación, técnica, cultura del árbol urbano y cerrar con una conferencia magistral acerca de Planta Sapiens.

Fuente: AEA