Es una evidencia y hay que actuar. Vivir cerca de espacios verdes mejora la salud física y mental, reduce el riesgo de depresión y ansiedad.
Fuente: Ambar Román. LA OPINIÓN
Un estudio de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong revela que vivir cerca de espacios verdes reduce el riesgo de depresión y ansiedad.
En un mundo cada vez más urbanizado, donde las zonas verdes a menudo son un oasis de tranquilidad en medio del bullicio de las ciudades, un estudio reciente ha arrojado nueva luz sobre el impacto positivo que estos espacios tienen en nuestra salud mental.
Investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong en China han realizado un estudio exhaustivo que sugiere que vivir cerca de parques y áreas verdes puede disminuir el riesgo de depresión y ansiedad.
El estudio, publicado en Nature Mental Health, es uno de los primeros en explorar detenidamente el vínculo entre la exposición prolongada a espacios verdes cercanos al hogar y dos trastornos de salud mental comunes: la depresión y la ansiedad.
“Nuestro interés de investigación es la epidemiología ambiental, que se centra principalmente en los impactos de la exposición ambiental en la salud humana”, explicó Yaohua Tian, coautor del estudio.
Los investigadores revisaron estudios anteriores sobre el tema y encontraron que, si bien había algunos artículos disponibles, las conclusiones eran inconsistentes. Esto los llevó a analizar una gran cohorte de datos de 409,556 personas del Biobanco del Reino Unido, evaluando la distancia entre los participantes y las áreas verdes, junto con sus puntuaciones de bienestar autoinformadas y datos de hospitalizaciones y muertes en su zona residencial.
Los resultados revelaron un vínculo significativo entre la proximidad a espacios verdes residenciales y una menor incidencia de depresión y ansiedad. Específicamente, vivir más cerca de parques y áreas verdes se asoció con un menor riesgo de desarrollar estos trastornos mentales.
Menos riesgo de ansiedad
“La exposición a largo plazo al verdor residencial se asocia con un menor riesgo de incidentes de depresión y ansiedad, y la reducción de la contaminación del aire en las áreas más verdes probablemente juega un papel importante en esta tendencia”, señaló Tian.
Estos hallazgos tienen implicaciones significativas para la planificación urbana y la salud pública. Podrían inspirar a los gobiernos locales y a los urbanistas a invertir en la creación de nuevos parques y la expansión de las áreas verdes existentes. Además, el estudio podría motivar a futuros investigadores a explorar más a fondo el vínculo entre la exposición a entornos naturales y la salud mental.
“Planeamos llevar a cabo estudios similares en diferentes poblaciones y áreas, incluida China”, anunció Tian. “También estamos considerando realizar estudios de detección serológica para explorar más a fondo los mecanismos fisiológicos que vinculan los entornos verdes con la salud mental”.
Los resultados de este estudio son especialmente relevantes en un momento en que la salud mental está ganando una mayor atención en todo el mundo. La pandemia de COVID-19 ha exacerbado los desafíos de salud mental, y comprender cómo los entornos naturales pueden desempeñar un papel en el bienestar emocional de las personas podría ser fundamental para abordar estos desafíos.
Vivir cerca de espacios verdes puede no solo ofrecer un refugio de la vida urbana agitada, sino que también puede tener beneficios significativos para la salud mental. Este estudio destaca la importancia de proteger y promover el acceso a la naturaleza en nuestras comunidades urbanas, no solo para nuestro bienestar físico, sino también para nuestra salud mental.