Jardines fuera de la ley. El sector pide a la Junta de Andalucía una normativa de Paisajismo y habla de falta de control e intrusismo en la comunidad.
«La jardinería y el paisajismo afectan a la salud de las personas», reivindica Aurora Baena, gerente de la Asociación Multisectorial de la Jardinería Andaluza (AMJA). Este colectivo, que representa a unas 200 empresas que dan trabajo a casi 2.000 personas en toda la comunidad, reclama a la administración que dé mayor importancia a las zonas verdes y una Ley de Paisajismo que ayude a solucionar los problemas que, aseguran, tiene el sector.
Entre los principales escollos para este colectivo está el instrusismo, opina Baena:«Hay muchos profesionales cualificados compitiendo con trabajadores que no tienen ni formación ni experiencia». Y luego, razona, «pasa lo que pasa». La gerente de AMJA recuerda que recientemente murieron dos jardineros en Málaga. Uno electrocutado y el otro por un golpe de calor. Baena ve claro el motivo:«Falta de formación y precariedad».
Y tienen más quejas. «En Andalucía hay un grave problema con las podas. Se hace mal y sin saber y luego se caen las ramas», explican desde AMJA. La relevancia de este asunto es capital en ciudades como Sevilla, Córdoba o Granada, donde «el patrimonio vegetal es importantísimo».
Así, entienden, la nueva Ley de Paisajismo, «es necesaria». Con esta iniciativa se garantizaría, explican, no solo la formación y los estándares de calidad de quienes intervienen en las zonas verdes. Además, piden, debería incluírseles como fiscalizadores de los procesos de creación y mantenimiento de parques y jardines. «Así no habrían pasado cosas como la remodelación del paseo de Marqués de Contadero en Sevilla, donde no hay un solo árbol», dice Baena.
Para justificar esta aspiración, recuerdan que actualmente hay mucho que se hace mal. El uso de fitosanitarios, dice, sigue siendo excesivo, aún cuando la UE recomienda usar insectos para luchar contra las plagas y no productos químicos. Tampoco están de acuerdo con el uso de agua potable para riego:«Es un bien escaso».
Finalmente, reivindican mayor control en la concesión de las tareas de jardinería y paisajismo. «Las grandes empresas se llevan los contratos ofertando a la baja y subcontratan a las pequeñas, que tienen que asumir los precios bajos», explica Baena. ¿Y quién paga? «Por un lado las pymes, pero también el ciudadano, que se queda con obras de menos calidad».