Es inaudito que se tale un gran árbol, estando además dentro de un espacio protegido, sin la autorización de las autoridades pertinentes, sin un informe que pruebe daños mecánicos o sanitarios. Eso es lo que ha ocurrido en Granada y ha quedado impune.
Desde Amja, tras requerir al Rectorado de la Universidad de Granada, al Ayuntamiento y a la Consejería de Cultura explicaciones sobre este asunto y como último recurso, se ha enviado una denuncia al Defensor del Pueblo Andaluz, esperando que medie y se proteja el patrimonio vegetal en Andalucía:
D. Jesús Maeztu Gregorio de Tejada. Defensor del Pueblo Andaluz
Esta Asociación, ajustándose a sus estatutos y a las demandas que desde el tejido asociativo se nos requieren, procedía meses atrás a requerir al Rectorado de la Universidad de Granada información sobre los hechos acaecidos el pasado día 17 de octubre y en el que se apeó un gran ejemplar de Pinus halepensis en el recinto del Hospital Real de Granada, Bien de Interés Cultural.
Tras la contestación del Rectorado se constata que dicho ejemplar se apeó el 17 de octubre del 2020 bajo la prescripción de un informe técnico que deja mucho que desear, además de corroborar que el Rectorado solicitó la autorización a la Delegación de Cultura dos días después de haber procedido al apeo, según consta en el documento adjunto.
De la enumeración de puntos reseñados en el informe técnico que prescribe el apeo de un magnifico ejemplar de más de 30 m de altura y que aporta tantos beneficios ecosistémicos y de valor incalculable e irremplazable y que, en opinión de los profesionales del árbol consultados, el informe carece de la más mínima y seria argumentación, siendo así muy ligeros en los calificativos que este asume para todos ellos. De no ser por la obviedad de un par de puntos, el documento se disipa hasta en ocho de ellos en una auténtica falta de respeto hacia los profesionales que el firmante denigra con su acción.
Esta Asociación requirió por tanto a la Consejería de Cultura la apertura de un expediente que esclareciera como fue posible la eliminación de un ejemplar que, ajeno a cualquier patología biomecánica o fitosanitaria, fue apeado por unas ocurrencias que más tenían que ver en su solución con la ingeniería civil que otra cosa.
La Consejería nos respondió que “Dicha actuación se ha tramitado en esta Administración mediante procedimiento de autorización de obras, en base al artículo 33.3 de la Ley 14/2007, de 26 de noviembre, del Patrimonio Histórico Andaluz, obteniendo la preceptiva autorización mediante Resolución de esta Delegación, adoptada en los términos del acuerdo de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico que condicionaba la citada actuación a la compensación de la masa arbórea retirada para cubrir el espacio ocasionado.” Se adjunta documento.
Esta Asociación entiende que existe una total ilegalidad en la actuación de la Universidad de Granada por no cumplir con las autorizaciones pertinentes (enviando la solicitud de autorización una vez apeado el árbol) y también por parte de Cultura que obviando esta grave particularidad propone compensar la masa arbórea para cubrir el espacio ocasionado.
Nuestra Asociación, el pasado mes de agosto de 2017, conociendo la posible tala de palmeras del Parlamento Andaluz, también Bien de Interés Cultural, denunció el hecho a la Guardia Civil que se personó en el edificio donde estaban preparando la maquinaria de apeo y solicitó las pertinentes autorizaciones. Al no tenerlas, se procedió a paralizar la tala y posteriormente Cultura determinó que la protección como BIC se extiende a todo el recinto incluyendo los elementos arbóreos. Se adjunta documento.
En este caso se procedió conforme a ley y se salvaguardó el patrimonio vegetal que forma parte de un emblemático edificio tal como lo es el Hospital Real de Granada, actual sede del Rectorado de la Universidad de Granada.
Sin embargo, con los hechos acaecidos, estamos entonces en una indefensión absoluta de los bienes patrimoniales vegetales y no entendemos cómo es posible que, actualmente, ocurran hechos más propios de civilizaciones arcaicas en donde el incumplimiento de las leyes y normas quedan impunes.
Por todo ello solicitamos tenga a bien interesarse por estos hechos tan graves e instar a las instituciones competentes que actúen en consecuencia, porque desgraciadamente ocurre con frecuencia el menosprecio al patrimonio vegetal de nuestras ciudades y este caso, de gran repercusión mediática, no hace más que acrecentar la idea de que todo es posible y que el nada está protegido.
Juan Manuel Ruiz Cobos. Presidente de Amja