Los árboles hablan entre sí, se comunican y cooperan para ayudarse unos a otros y alertarse de peligros externos. Vídeo de Lorena Escuer.
En la cooperación, contrariamente que en la competencia, los individuos trabajan unidos para conseguir una meta común: la supervivencia. Esto que parece sencillo, no lo es, es complejo y hay estudios e hipótesis que indican lo enrevesado de los comportamientos de los seres vivos y especialmente en el ser humano.
En el caso de los árboles la comunicación y cooperación existe. Hablan entre sí para ayudarse unos y otros y esto lo hacen mediante la simbiosis con los hongos: Las micorrizas.
Lorena Escuer en el programa “Ésta es mi Tierra” de Aragón TV nos cuenta cómo hablan los árboles entre ellos. En éste vídeo corto podemos ver claramente los mecanismos de éstos grandes seres vivos para comunicarse y cooperar, consiguiendo un beneficio para todos.
La palabra micorriza, de origen griego, define la simbiosis entre un hongo (mycos) y las raíces (rhizos) de una planta. Como en muchas relaciones simbióticas, ambos participantes obtienen beneficios. En este caso la planta recibe del hongo principalmente nutrientes minerales y agua, y el hongo obtiene de la planta hidratos de carbono y vitaminas que él por sí mismo es incapaz de sintetizar mientras que ella lo puede hacer gracias a la fotosíntesis y otras reacciones internas. Se estima que entre el 90 y el 95 % de las familias de plantas terrestres (80 % de las especies) presentan micorrizas de forma habitual.