ANDALUCÍA EN FLOR, UN PROYECTO PARA DAR A CONOCER LOS ESPACIOS VERDES DE ANDALUCÍA
Andalucía es tierra de aromas. Tartesios, fenicios, griegos, romanos y árabes nos legaron una cultura de amor hacia lo sensorial, a los olores y colores que han formado la rica diversidad del jardín andaluz.
Cada uno de los pueblos que tomaron Andalucía como patria aportó su peculiar forma de rodearse con la naturaleza, con el jardín. El sonido amable del agua y la paz alrededor del jardín, que fueron aportaciones de la Andalucía califal, sirven aún hoy día de inspiración profesional. Más recientemente, la obra pictórica de López Cabrera o de Carmen Laffón así como la lírica de Juan Ramón o de Lorca son solo algunas de las muchas emociones que el jardín ha estimulado en nuestros artistas.
La sociedad contemporánea ha provocado como se sabe una gran transformación en todos los órdenes de la vida; entre las más decisivas, el cambio del tradicional paisaje natural en un aglomerado de edificios, instalaciones fabriles, vías de comunicación, etc., cada vez más agresivo. El reencuentro con un paisaje y con una naturaleza amables se ha convertido en uno más de las demandas sociales; de manera que el jardín antes privado y exclusivo se convierte en un derecho a los espacios verdes y a las zonas ajardinadas, no solo por razones estéticas sino también por el cuidado de la salud.
No puede olvidarse, finalmente, la importancia de combatir los cada vez más perniciosos efectos del clima en Andalucía con medidas que los reduzcan, contrarresten o palíen, y en ese sentido, la creciente cultura medioambiental tiene que tener una traslación igualmente pujante en la aplicación de políticas paisajísticas y de zonas ajardinadas por parte de las autoridades. El nuevo hábitat urbano requiere contemplar estrategias que garanticen la calidad de vida, el confort de sus habitantes.
La Asociación Multisectorial de la Jardinería Andaluza (AMJA), consciente de la demanda de espacios urbanos habitables, sostenibles y hospitalarios para sus habitantes y para quienes las visitan, creyendo necesario generar y participar en un foro de debate en torno a la promoción de espacios verdes como punto de encuentro de relaciones sociales, de la conciencia social hacia las políticas de sostenibilidad ambiental y de la potenciación como un reclamo turístico más, se ha propuesto distinguir la dedicación de aquellas Ciudades, poblaciones andaluzas, que de una forma continuada y claramente comprometidas con los espacios verdes y, por tanto, con la calidad de vida de sus ciudadanos.
PROGRAMA ANDALUCÍA EN FLOR
Andalucía en Flor es un proyecto que bajo la iniciativa de AMJA surge con el objeto de premiar aquellas entidades públicas que de forma permanente mantengan una apuesta clara por los espacios verdes, su gestión ejemplar, el cuidado del entorno urbano y el fomento de la educación ambiental.
El programa Andalucía en Flor está abierto a la participación de los pueblos y ciudades de Andalucía. El programa tendrá una convocatoria anual y será gestionado por AMJA con el apoyo de entidades administrativas locales, provinciales y autonómicas.
Para participar en el programa Andalucía en Flor es requisito indispensable la inscripción formal en el mismo. Las instituciones inscritas recibirán el distintivo de “Flor de Andalucía” pudiendo, desde ese momento, participar en la convocatoria de premios. Posteriormente un jurado evaluará las propuestas recibidas para ser distinguidas.
Los galardones, de convocatoria anual, se concederán según el criterio de un jurado formado por personalidades de reconocido prestigio de los sectores del viverismo, centros de jardinería, jardinería y paisajismo, turismo, cultura y otros ámbitos relacionados con este programa de Andalucía.
Las flores de Andalucía se conceden de forma honorífica hasta en tres niveles generales, a mayor número de flores otorgadas, mayor será la calidad reconocida por el jurado.
Andalucía en Flor valorará:
- El patrimonio paisajístico y las zonas verdes urbanas. La relación entre el espacio verde y el número de habitantes, entre los recursos destinados al mantenimiento y la superficie verde total, la diversidad floral, la integración paisajística, la singularidad de los espacios verdes y su adecuación a los ciudadanos, la existencia de un inventario de patrimonio vegetal, la selección de especies. Todo ello en estudiados términos de planificación y delineación de programas y proyectos.
- La excelencia en el desarrollo y resultado de las tareas propiamente jardineras, incluidas las propias de la gestión y cuidado del arbolado y de todas las modalidades de cultivo que se expresan y conservan en las zonas verdes, enclaves e incluso arriates y toda suerte de contenedores del municipio, así como la aplicación de buenos y acertados principios de diseño en cualquiera de sus elementos y manifestaciones de lo paisajístico.
- El respeto por el medio ambiente y la sostenibilidad. La gestión integral del agua, los programas sostenibles de control de plagas y enfermedades, gestión de residuos, limpieza de los espacios, la calidad del mobiliario urbano.
- El uso social y las sinergias culturales, educativas, científicas con la actividad turística de las zonas verdes públicas. La estrategia de promoción vinculada con los espacios verdes, la promoción del distintivo de Andalucía en Flor, los programas de educación ambiental, las acciones de participación ciudadana, la organización de eventos relacionados con los jardines y las plantas.