Tras la alarma generada por las últimas noticias sobre el ficus de la Iglesia de San Jacinto de Sevilla, y en relación al riesgo que se describe en dicho artículo que se extiende a otros ejemplares de la ciudad, esta asociación se pronuncia al respecto indicando la necesidad de que sea un equipo multidisciplinar quien asesore a las entidades competentes y que, en relación a los ejemplares arbóreos, intervengan expertos en arboricultura.
Dada la complejidad del asunto, y del mismo modo que para realizar informes sobre edificios se requiere la intervención de arquitectos, en este caso se debe exigir el dictamen de expertos arboristas.
Debido a la catalogación BIC de la Iglesia y el Ficus, Amja solicitó el pasado mes de junio a la Delegación de Cultura, la paralización cautelar de cualquier actuación que afecte a la integridad del ficus de la Iglesia de San Jacinto, ya que existe posibilidad de realizar actuaciones técnicas que permiten la supervivencia de éste magnífico ejemplar con las máximas medidas de seguridad para el entorno y las personas. Esta Comisión de Cultura así lo indicó en su día en el informe que emitió y por tanto debe de llevarse a cabo su petición: “Esta Comisión Provincial de Patrimonio Histórico acuerda por unanimidad de sus miembros, informar que se tomen las medidas necesarias en relación a dicho árbol para garantizar la seguridad del bien de interés cultural Iglesia Parroquial del Antiguo Convento de San Jacinto y sus valores paisajísticos, así como a garantizar la seguridad de las personas, sin entrar en el alcance de las mismas, que deberán ser determinadas por especialistas a tal efecto, procurando que si es posible se tomen las medidas necesarias previas al apeo.”
Hasta el momento el único informe que se le ha tenido en cuenta, a la hora de decidir sobre el árbol, ha sido el realizado por un arquitecto, sin que se contemple la participación de otros especialistas con experiencia contrastada en arbolado urbano.
Desde esta asociación se reitera el ofrecimiento a estas entidades de poner a su disposición especialistas de reconocido prestigio que puedan evaluar y dictaminar las actuaciones más oportunas a realizar en el ejemplar en beneficio de todos.
Si bien en el informe del arquitecto se dice que “es el árbol el que está al servicio del urbanismo y no al contrario”, hay que tener en cuenta que el arbolado urbano es generador de beneficios ecosistémicos valiosísimos, mejoran la calidad de vida y la salud de los ciudadanos y forman parte nuestro patrimonio por lo que ambos (urbanismo y arbolado), deben valorarse y considerarse de forma semejante.